Bambú Idiomas en los medios.
En España, hasta los bebés aprenden chino pensando en su futuro laboral
Agencia AFP
MADRID, 31 octubre 2013 (AFP) – «¡Xiang jiao! ¡Banana!», dice Fu Huijuan, sonriendo mientras muestra la fruta a León, su pequeño alumno de tres años que apenas ha empezado a hablar y ya está aprendiendo chino mandarín, como muchos españoles con la esperanza de un mejor futuro laboral.
«Xiang jiao,» repite León, con su pequeña vocecita ganándose como premio un trozo de plátano y una pegatina.
La clase de Fu, gratis el primer mes, es la nueva actividad extraescolar para los niños de la guardería privada TEO de Madrid y los padres confían en que más tarde sirva de ayuda para sus hijos.
Numerosas escuelas y academias de idiomas han empezado a ofrecer estas lecciones a españoles que miran a China como una oportunidad tras cinco años de crisis en España.
«Me parece un idioma fundamental en el mundo en el que vivimos, y la mejor manera de aprender el chino es de pequeño», dice la madre de León, Sara Vergara.
«Es una estrategia de largo plazo, para oportunidades de trabajo en el futuro», añade Vergara, una ama de casa de 33 años, asegurando que su hijo «parece estar disfrutando».
Pilar Álvarez, directora de TEO, dice que la guardería empezó con estas clases de chino tras ver que otros colegios madrileños también lo hacían.
«Después de la segunda y de la tercera clase yo creo que sí que van enganchándose», afirma, añadiendo: «nos estamos planteando introducirlo un poco para todos los niños en horarios normales».
Los gobiernos regionales también están introduciendo el chino en sus centros de idiomas, mientras algunas escuelas públicas lo ofrecen como una actividad extraescolar.
Un programa de clases gratis creado conjuntamente por el ejecutivo regional andaluz y el gobierno chino ha visto cómo sus alumnos se han duplicado en dos años hasta 1.200 este curso, según la consejería (ministerio regional) de Educación.
La consejería considera que en torno a 30.000 personas estudian chino en España, aunque no hay datos del ministerio español de Educación.
China «se considera que será la primera potencia mundial dentro de pocas décadas», señala la consejería andaluza en un comunicado, lo que «ha propiciado el actual auge en el número de personas que estudian su lengua y su cultura».
La red de escuelas de idiomas de Madrid enseña chino desde los años 60, pero la demanda ha crecido mucho recientemente, explica María José García-Patrón, directora general de Educación Secundaria de la consejería de Educación de Madrid.
«La demanda de estas enseñanzas se ha mantenido estable durante cuarenta años, en torno a los 80 o 90 alumnos matriculados, pero en los últimos diez años el número de alumnos matriculados se ha incrementado notablemente hasta alcanzar cifras en torno a los 300 alumnos», aseguró a la AFP.
Los estudiantes de chino españoles, incluso los más jóvenes, no parecen asustarse por su extraño sistema de escritura y entonaciones.
«Es un poco difícil de escribir, pero creo que enseñar a los niños sólo a hablar es fácil», dice Fu.
Fu, de 25 años, llegó a España hace seis meses y entró a trabajar en Bambú Idiomas, una academia privada que organiza clases para colegios y particulares de todas las edades.
«En España hay muchas oportunidades. Hay muchas familias que necesitan profesores chinos, y ahora muchas guarderías», afirma.
Bambú Idiomas, una empresa familiar que comenzó en 2011, tuvo 87 alumnos el pasado año y 235 en el presente, dice uno de sus fundadores, Rubén Camarero.
«Es un idioma que tiene bastante importancia de cara al futuro», afirma, añadiendo que «se nos ocurrió la idea de que podría interesar a la gente porque España está en una crisis económica enorme y China está adquiriendo mucho interés a nivel mundial».
En la clase, Fu repite el nombre de la fruta a los cinco pequeños, corrigiendo su entonación, mientras Angela, de cuatro años, corre alrededor gritando «¡Banana! ¡Xiang jiao!».
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